Recientemente culminé el curso indicado. Fue una experiencia gratificante, renovadora y energizante. Comparto un resumen de su propósito y contenido. Comencemos por los conceptos.
¿Qué es un Producto Digital? Es un activo
intangible, no físico, que se elabora con herramientas computarizadas y que se
distribuye a través la Web (internet). ¿Qué es un Gestor? Es la persona
responsable por hacer lo necesario para conseguir un objetivo, resolver una
situación, dirigir o administrar un negocio, una empresa o un proyecto.
Entonces, ¿Qué es un Gestor de Productos Digitales? Es el profesional
encargado del desarrollo de productos digitales y fomentar sus ventas.
Todos coincidimos en afirmar que Internet está
revolucionado la manera de hacer negocios. Ha transformado la economía (la
oferta y la demanda). Ha puesto en manos de los consumidores la posibilidad de
conseguir cualquier cosa. Ha servido para conectar a empresas y personas
alrededor del mundo. Facilita el ofrecimiento y la obtención de soluciones para
todo tipo de necesidades y problemas. Ha propulsado la aparición de inmensa
cantidad de productos digitales. Por eso, hoy más que nunca, es vital para las
empresas tener presencia en la Red y utilizarla para elaborar y distribuir
soluciones para sus clientes. De ahí la relevancia para las organizaciones de
contar con Gestores de Productos Digitales.
El curso nos ha sido útil para conocer, refrescar
y reforzar muchos conocimientos, técnicas y herramientas para idear, definir y
desarrollar productos digitales, evaluar su aprovechamiento, crecimiento,
evolución y utilidad. Destacamos algunos de los conceptos, métodos y soluciones
estudiados a lo largo de la jornada de 9 semanas: el Design Thinking,
que nos invita a mantener el foco en los usuarios, a desarrollar el producto desde
su conveniencia y perspectiva, estimulando la empatía como elemento vinculante;
las técnicas de creatividad, que nos sacan de nuestros paradigmas y
sesgos cognitivos tradicionales, estimulándonos la curiosidad, la innovación y nos
abre a novedosos enfoques; el Storytelling, que nos anima a elaborar
y comunicar mensajes que facilitan la conexión del producto con los usuarios; el
Producto Mínimo Viable (PMV), que es la versión mínima funcional a
comercializar; MIRO, CANVAS y FIGMA, herramientas de
diseño, en conjunto con técnicas de prototipos y pruebas continuas,
con sus mapas mentales, tableros
de validación y cuestionarios, hasta las tipográficas e infográficas
(formas y “colorinchis”), para crear identidades visuales, refinar formas,
reforzar la claridad y asegurar la coherencia, a fin de generar propuestas
de valor para los buyer persona, creándoles una experiencia
de usuario (UX) más que satisfactoria; Slack, para permitir la
colaboración entre los desarrolladores del producto; metodologías ágiles
para la gestión de proyectos y sus marcos de trabajo más
representativos, como SCRUM, KANBAN, SCRUMBAN, CRYSTAL, XP, DEVOPS y herramientas
para gerenciarlos, como TRELLO.
Zygmunt Bauman, pensador y sociólogo polaco, acuñó
el término de mundo líquido, para referirse al hecho de que “la sociedad
de fines del siglo pasado y la actual es fluida y volátil, sin valores
demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los
cambios ha debilitado los vínculos humanos”. Posteriormente se sintetizó el
concepto, afirmándose que estamos viviendo momentos VUCA (Volatility,
volátil): los cambios suceden a inmensas velocidades; U (Uncertainly, incierto):
disponemos de muchos datos e información, pero su acumulación no es conocimiento,
nuestra certeza del porvenir es dudosa; C (Complexity, complejo): los
problemas son confusos, imprecisos, tienen demasiadas posibles y distintas
aristas; A (Ambiguity, ambiguo): escasa claridad
y por ende múltiples interpretaciones para un mismo suceso, evento o producto. No
lo dudamos. Y una de las posibles alternativas para afrontar este mundo VUCA
es, sin duda, nuestra continua formación, capacitación y aprendizaje, porque,
como dijo alguien (¿Einstein?: “Todo aquello que el hombre ignora no existe
para él. Por eso, el universo de cada uno se resume al tamaño de su saber”; y
en este mundo cada día mas grande en conocimiento, si nos mantenemos ajenos a adquirirlos,
no solo nos mantendremos cada vez más ignorantes, sino que nos privaremos del
placer de aprender.
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Uno, solo uno, de los elementos claves para resolver cualquier problema es entenderlo (el otro es aceptarlo). La imagen que cada persona se forma sobre una situación de interés común, por lo general, tiene matices diferentes. Cada individuo tiene sus propios conocimientos, valores, experiencias, que unido al momento y el entorno, hace que la realidad sea distinta para cada quien. Esto último genera, a su vez, otro problema. Y para evitar éste último, y dedicar la energía al primero, es que debemos lograr tener una definición común y aceptada por todos. Esto facilitará la resolución del problema. Por ello pienso que en este artículo de Definiciones Operacionales encontrará algunas, muy pocas, ideas, que sin duda contribuirán a ello.
Disfrútenlo.