¿Título pedante? ¿Pretencioso? ¿Labor encomiable?
Como sea, la intención es aportar, siempre con buen propósito, ideas para
mejorar. Resumo algunas lecturas sobre los peligros del inadecuado uso de la
Red, enfatizando que los inconvenientes no están en la Red sino en quienes la
usamos.
La Internet (La Red) está transformando la
interacción entre las personas. “Antes de
la existencia de la Red, los escritores
escribían y los lectores leían”. Pocos, muy pocos lectores tenían recursos
para expresarse sobre lo que leían. Hoy esa interacción es posible. La Red
provee los instrumentos para que la “escritura
y lectura se tornen en conversaciones”, no solo entre escritor y lector,
sino entre múltiples escritores e incontables lectores.
Lo anterior, por supuesto, sin menoscabo de las
posibilidades que han ofrecido y ofrecen otros medios, como la televisión y la
radio. Pero las grandes diferencias son, entre otras, que la Red le permite a casi
cualquier persona ser interlocutor y participar activamente; facilita la
simultaneidad; permite la ubicuidad; elimina las distancias, tiempos y
limitaciones geográficas. Acciones que
con otros medios está muy restringidas.
Muchos autores han opinado sobre las ventajas y
desventajas de esos hechos. Por ejemplo, el diario italiano “La Stampa” publicó
el 17 de junio 2015 una entrevista de Umberto Eco, donde el escritor y filósofo
decía que "Las redes sociales le dan
el derecho de hablar a legiones de idiotas, que primero hablaban sólo en el bar
después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran
silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles. Si la
televisión había promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se
sentía superior, el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como
el portador de la verdad". Eco admitió
que "no se puede frenar el avance de
Internet", destacando que el problema de la Red "no es solo reconocer los riesgos evidentes,
sino también decidir cómo acostumbrar y educar a los jóvenes a usarla de una
manera crítica”.
Paul Graham (programador, escritor, filósofo y
periodista inglés) considera que “muchas
de las personas que responden a cualquier comentario, exposición o ensayo, lo
hacen para manifestar su desacuerdo. Estar de acuerdo motiva menos a la gente a
expresarse, que cuando está en desacuerdo. Cuando está de acuerdo tiene menos
para decir. Cuando está en desacuerdo, entra en un territorio que quizás el
autor no haya explorado… existe el peligro de que el aumento del desacuerdo
enfurezca a la gente. Particularmente en la Red, donde es fácil decir cosas que
nunca diría cara a cara… si está en
desacuerdo, debe tener cuidado de hacerlo bien. ¿Qué significa estar en
desacuerdo? La mayoría de los lectores pueden distinguir entre los simples
insultos y una refutación cuidadosamente razonada…”
Pero, razonar no resulta sencillo. En la Red
proliferan las falacias, que son formas
de argumentación falsa, aunque parezcan verdaderas; son razonamientos en los que la conclusión no se deriva
lógicamente de las premisas de las que se parte; tiene la apariencia de verdaderas,
y en muchísimas ocasiones se aceptan
como verdaderas, en particular por los menos avezados o sesudos lectores.
Entonces, ¿Cómo ayudar a los lectores a razonar?
No resulta fácil. Después de todo, según
René Descartes: “No hay nada repartido de
modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener
suficiente”.
Bueno, Graham sugiere tener presente y seguir un
proceso piramidal de razonamiento (https://en.wikipedia.org/wiki/Paul_Graham_(programmer)),
desde el básico insulto, hasta la sensata refutación. “Cuanto
más arriba en la pirámide se está, más fuerte es la posición propia; y cuanto
más abajo, más débil. Además, subir en la pirámide hace más constructivos los
intercambios”.
Igualmente, y considerando lo afirmado por Eco de “acostumbrar y educar a los jóvenes a usar la
Red de una manera crítica”, nos
permitimos sugerir otra de las formas en las cuales podemos mejorar nuestra
capacidad de razonar: conocer ampliamente el mundo de las falacias, comprendiéndolas,
teniéndolas presente cuando leamos, oigamos, expongamos o conversemos con
nuestros interlocutores.
El mundo de las falacias es fascinante y muy amplio para
exponer sumariamente en este artículo sus relevantes características. Sin
embargo, para los interesados, les dejo referencias, que pueden ubicar en la
Red:
- · Guía de las Falacias Lógicas (Stephen Downes)
- · Diccionario de falacias (Ricardo García Damborenea)
- · https://articulos.elmeme.me/19-falacias-argumentativas-que-ten%C3%A9s-que-conocer-y-evitar-870553eed4d5
- · http://www.metro.inter.edu/debate/Diccionario%20de%20Falacias%20-%20Garcia%20Damborenea.pdf
Para cerrar, me apropio de una frase de René Descartes, para
expresar mi motivación con este artículo: “Mi objetivo no es enseñar el método que todo
el mundo debería seguir para utilizar bien su razón, sino únicamente mostrar
cómo he tratado de utilizar bien la mía.”