¡Bájate de esa nube!… ¿O será mejor subirse?

¿Ha oído hablar de la “Computación en la Nube”? El término se usa para describir un nuevo paradigma, una nueva manera de utilizar y ofrecer los servicios de computación. Todo  a través de Internet.  La nube es una metáfora  de Internet. Para explicarlo, comencemos indicando que en sus comienzos una computadora era utilizada solamente por personal muy especializado. Para poder interactuar con ellas, es decir, para darle instrucciones, introducir datos, lograr que se ejecutaran los procesos y obtener resultados se utilizaban consolas, cintas y tarjetas perforadas, más tarde  terminales y hoy en día hasta por medio de la voz es posible esa interacción. Como consecuencia, entre otros aspectos, de la mejora en la facilidad de uso de las computadoras, se propagó el uso y aprovechamiento por personas y empresas, quienes eventualmente debieron preocuparse por varios temas: espacio en disco, memoria, respaldos, capacidad de procesamiento, adquirir las versiones más actuales del software o programas de aplicación o programación. Y qué decir sobre los enormes espacios de los centros de cómputo, con sus kilómetros de cables, toneladas de aire acondicionado, pisos falsos, consumos de electricidad y otras muchas condiciones ambientales no muy diferentes a las de un quirófano. En fin, fue una evolución cada vez más exigente, que obligaba, y continúa obligando, a una constante y continua búsqueda de cada vez más y mejores recursos. Asociado con esto están los costos y la eterna discusión sobre si los beneficios los compensan.  ¡Quién sabe! (ese será otro tema). Bueno, pues la nube viene a resolver algunos de esos dolores de cabeza, aunque sin duda generará otros. No más compras de discos, ni de espacios físicos para colocar computadores y más computadores, ni preocuparnos por adquirir las versiones más recientes de Microsoft Office (Word, Excel, Power Point), nada de adquirir la más reciente línea de computadoras, ni antivirus y tampoco nos inquietaremos por respaldar los datos. Nuestro proveedor se encargará de todo eso. Todo estará en la nube. Usted solo debe hablar con algún proveedor y que le ofrezca lo que usted necesita. Ejemplos actuales y que todos nosotros usamos son los correos de gmail, yahoo, hotmail o cualquier otro. Entonces, desde una computadora de escritorio tendremos acceso y podremos utilizar todos los recursos. ¿Ventajas?: Muchas. Mencionamos una: podremos acceder a los sistemas desde cualquier dispositivo que tenga acceso a internet (no será necesario ni siquiera tener una portátil, puesto que podríamos, entre otras opciones, usar nuestro celular) ¿Desventajas?: Otras tantas. Mencionamos una que preocupa a muchos: los datos y su confidencialidad, ¿En manos de quién estaría?; sin embargo, hoy en día existen empresas que mantienen en espacios de un tercero los respaldos de sus datos.  

Tengamos presente que la computación en la nube es un paradigma naciente y en evolución. Las definiciones, usos, tecnologías asociadas, riesgos, beneficios, características, modelos, vendedores y nichos de mercado forman un variado ecosistema que está en plena efervescencia. Estemos atentos, no vaya a ser que por “estar en las nubes” no nos “subamos a la nube”

José Luis Quintero Barrera