Cuando el país
reclama trabajo bien hecho, productivo y de beneficio para todos, no podemos
cruzarnos de brazos. Cada uno debe salir adelante en su lugar, fecha y circunstancia.
Hace 32 años,
trabajando en el consultorio de un eminente traumatólogo e insigne profesor
universitario, al terminar de examinar a un paciente, me entregó el doctor un
libro, diciéndome:
- “Mídele el
grosor”
Como solo oí
“Mídele….”, tomé el libro y anoté en un papel: largo, 17 cm; ancho, 9 cm;
grosor 2 cm; y coloqué el papel sobre el escritorio. Al terminar la consulta me
dijo:
- “Solo le
pedí el grosor”.
- “Sí”, le
contesté, “Yo no oí bien y para no molestarlo le anoté todos los datos. Además
no quiero ser como el Hombre de la Pez Rubia”.
- “¿Y qué es
eso?”, me preguntó.
Entonces le
conté…
Hace mucho
tiempo, en una compañía de compra y venta, radicada en la ciudad de Puerto Cabello, había un empleado a quien todo el mundo llamaba Don Cristóbal.
Habiendo ingresado en la empresa un joven de 22 años de edad, a los 6 meses
ganaba igual sueldo que Don Cristóbal. Al año, el Don Cristóbal no pudo soportar
el verse superado por el joven y decidió, después de pensarlo muy bien, presentarse
ante el señor gerente para hacer el reclamo.
El gerente
atendió a Don Cristóbal, quien muy enojado le dijo:
- “¡Cómo es
posible! Tengo 12 años trabajando en la compañía y estoy ganado menos que
Antonio, que ingresó hace un año.”
El gerente, un
tanto respetuoso y afable, le respondió a Don Cristóbal:
- “Hágame un
favor y averigüe qué bulla hay en la calle”
Salió Don
Cristóbal y al instante regresó:
- “Señor
gerente, la bulla son unas carretas que están pasando”
- “Muy bien,
vuelva y pregunte qué carga llevan las carretas”
- “Las
carretas van cargadas de pez rubia”
- “Vuelva y
pregunte quién es el dueño de la carga”
- “El dueño de
la carga es Don Andrés Brand, señor gerente.”
- “Bien,
vuelva y pregunte si venden pez rubia”
Y así realizó
Don Cristóbal más de 10 viajes a la calle para enterar al gerente del precio,
consignatario, número de kilogramos, porcentaje según la compra que debería rebajar,
etc.
- “Quédese
sentado aquí”, le dijo el gerente a Don Cristóbal, y levantando la voz, llamó a
Antonio y le hizo el mismo encargo.
- “Antonio,
averigüe qué bulla hay en la calle”
A los pocos
minutos pareció el joven diciendo:
- “señor
gerente, la bulla son unas carretas cargadas con pez rubia, que llegaron hace 2
días al puerto y son de Don Andrés Brand; llevan 500 kg y el dueño, si la vende
toda, le cobra Bs 50 por kg menos un 10% de rebaja; la mercancía será deposita
y está consignada a González Hermanos, aquí en Puerto Cabello”
El gerente
volvió la vista hacia Don Cristóbal y le preguntó si entendió la razón por la
cual Antonio ganaba más que él en la empresa.
Don Cristóbal
no pudo quitarse nunca más el apodo de “El Hombre de la Pez Rubia”, como le
conocían sus amigos de la oficina.
De la crisis del país
somos responsable y eventualmente culpables todos. Y es que hay muchos que parecieran
hijos de la ociosidad y el facilismo, y estuvieran hermanados con la flojera.
Dice Ortega y
Gasset en “Las Meditaciones del Quijote”: El hombre no puede salvarse, si, a su
vez, no salva su entorno. Cada cual existe náufrago en su circunstancia y si no
se la salva a ella, no me salvo yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Uno, solo uno, de los elementos claves para resolver cualquier problema es entenderlo (el otro es aceptarlo). La imagen que cada persona se forma sobre una situación de interés común, por lo general, tiene matices diferentes. Cada individuo tiene sus propios conocimientos, valores, experiencias, que unido al momento y el entorno, hace que la realidad sea distinta para cada quien. Esto último genera, a su vez, otro problema. Y para evitar éste último, y dedicar la energía al primero, es que debemos lograr tener una definición común y aceptada por todos. Esto facilitará la resolución del problema. Por ello pienso que en este artículo de Definiciones Operacionales encontrará algunas, muy pocas, ideas, que sin duda contribuirán a ello.
Disfrútenlo.